jueves, 15 de septiembre de 2011

¿QUIÉN PONE EL CASCABEL AL GATO? O EL YODO Y LA LACTANCIA

Cuando una mujer se queda embarazada su agenda se llena de citas con el médico: consulta con la matrona, análisis del primer trimestre, curvas de glucosa, revisión con el tocólogo, ecografías, visitas al paritorio… y un largo etcétera.

Cuando finalmente nace el bebé la cosa cambia y tras un caos inicial de papeleos (registro civil, seguridad social, hacienda, etc.) la agenda de la madre se vuelve a llenar, pero con las visitas médicas del niño: segunda prueba del talón, revisión de los quince días, del mes, de los dos meses, vacunas, más revisiones, pruebas médicas, etc.

Es fácil pasar por alto la/s revisión/es postparto, que normalmente se limitan a comprobar que el útero involuciona adecuadamente y que no existen problemas de cicatrización/recuperación.

Limbo médico/mediático

La lactancia queda en un limbo médico en el que la mayoría de los ginecólogos escurren el bulto (mejor, que para lo que saben algunos de lactancia, mejor que ni mencionen el tema), el pediatra se centra en las revisiones del niño y los médicos de familia no suelen tratar rutinariamente este tema… Así, el pecho se queda desatendido a mitad de camino entre especialidades.

Esta situación me resulta especialmente desesperante en dos casos: mastitis (que ya trataré en algún otro post) y la suplementación con yodo (el tema que nos ocupa).

Enigma

Y es que no es la primera vez que amigas/conocidas mías comienzan a tomar un suplemento de yodo en la lactancia porque soy yo la que se lo advierto. ¿Cómo puede ser posible que a todos los ginecólogos, pediatras, enfermer@s de planta de la maternidad donde ha dado a luz o matronas hayan olvidado indicarle que debe tomar un suplemento de yodo durante toda la lactancia? Pues sí, ocurre y reiteradamente.

Repasemos

El yodo es un elemento químico del grupo de los halógenos. Dentro de este último grupo (el de los halógenos) el yodo es el menos abundante en la corteza terrestre. En cuanto a su papel biológico, en el ser humano resulta fundamental para el desarrollo y el buen funcionamiento de la tiroides, ya que esta glándula necesita yodo para fabricar las hormonas tiroxina y triyodotironina.

La tiroides, según recoge la Wikipedia en español, “regula el metabolismo del cuerpo, es productora de proteínas y regula la sensibilidad del cuerpo a otras hormonas”. Este mismo recurso atribuye a la tiroxina y a la triyodotironina las funciones de “estimular el metabolismo de los hidratos de carbono y grasas, activando el consumo de oxígeno, así como la degradación de proteínas dentro de la célula”.

Normalmente el ser humano obtiene el yodo del consumo de los productos del mar, fundamentalmente el pescado y las algas. El cambio de los hábitos de vida y el acceso limitado a este tipo de productos en muchas zonas determina que se produzca una ingesta de yodo muy inferior a las necesidades del organismo para funcionar con normalidad.

Sal yodada

Esta situación ha llevado a muchas autoridades a recomendar el consumo generalizado de sal yodada como medida para aumentar el aporte de yodo en la dieta. El problema es que el yodo se “evapora” con facilidad, por lo que solo permanece en el paquete de sal entre 3 y 5 meses… Y eso sin tener en cuenta que la degradación sería mayor una vez volcamos el paquete en el salero que usamos para cocinar.

Por otro lado, el yodo se pierde también durante la cocción, por lo que, finalmente, resulta complicado valorar el aporte final de yodo que ingerimos con el consumo de sal yodada.

Yoduria insuficiente

Normalmente esto produce un consumo de yodo por debajo de las necesidades. España, por ejemplo, está clasificada como un país con yoduria deficiente (http://www.msc.es/profesionales/saludPublica/prevPromocion/docs/yodoSEEN.pdf); es decir, consumimos menos yodo del necesario, aunque también es cierto que esta situación varía en función de las regiones.

Un problema añadido es que durante el embarazo y la lactancia se multiplican los requerimientos de yodo, ya que la mujer debe consumir el que necesita para su organismo y el que debe aportar a su hijo. Y en estas situaciones el correcto aporte de yodo es fundamental, ya que en las etapas de formación del cerebro y el sistema nervioso, así como en el vertiginoso crecimiento de un bebé, son periodos sensibles en los que las consecuencias de la carencia de yodo pueden ser importantes.

No es que lo diga yo, es que lo dice el Ministerio de Salud en un folleto informativo sobre la prevención de la deficiencia de yodo durante el embarazo y la lactancia:

“El Yodo es un elemento imprescindible para el desarrollo del sistema nervioso central del niño y para su desarrollo y crecimiento”.

Además, la Organización Mundial de la Salud considera que “la carencia de yodo en el organismo es la principal causa en el mundo que se puede prevenir de lesión cerebral del niño durante el embarazo y la lactancia, además de ocasionar otro tipo de alteraciones en su desarrollo físico y mental”.

Suplementación

En ese mismo folleto del Ministerio de Salud se habla de la necesidad de suplementación de yodo durante el embarazo, pero también durante toda la lactancia:

“Es fundamental que la mujer tenga buenas reservas de yodo incluso antes de quedarse embarazada. Esto permitirá, especialmente durante el primer trimestre de embarazo, que lleguen al feto las hormonas yodadas de la madre en las cantidades necesarias para la formación y maduración de los tejidos”. “Lo mismo sucede durante la lactancia, ya que el yodo que la madre elimina a través de la leche es la única forma de que el niño reciba esta sustancia, muy necesaria para prevenir problemas de retraso en el crecimiento y el desarrollo cerebral”, concluye.

Carlos González

Es antiguo, pero en un encuentro digital de El Mundo con Carlos González, el pediatra ya trataba este problema, aportando datos interesantes sobre la suplementación y el “posible” exceso de yodo en la dieta:

Pregunta: ¿Es necesario tomar suplemento de yodo con la lactancia o da igual? Yo no lo tomo y mi hija es muy curiosa y lista.

Respuesta: En España y en toda Europa hay un porcentaje muy grande de déficit de yodo. Todo el mundo debería tomar siempre sal iodada pero incluso así, la mayor parte de las madres no llegan a cubrir las necesidades durante el embarazo y la lactancia, que son mucho más altas que en otras épocas. Por eso, se recomienda tomar 100 a 200 microgramos de yodo al día durante el embarazo y la lactancia. Esta cantidad de yodo no es peligrosa para las personas que ya tienen suficiente yodo; al aplicarse yodo en una herida se absorben cientos de veces más cantidad de yodo que lo que hay en esas pastillas.

*Fuente: http://www.elmundo.es/encuentros/invitados/2006/06/2077/

Yodo y alimentación complementaria

En muchas fuentes de las que he consultado a la hora de preparar este artículo mencionan que la suplementación de yodo sólo es necesaria mientras que el lactante toma exclusivamente pecho y que se debería abandonar con el inicio/establecimiento de la alimentación complementaria.

Pues bien, personalmente no creo que esta recomendación sea muy acertada. Es cierto que al introducir otros alimentos estamos diversificando las posibles fuentes de micronutrientes, pero también es cierto que el pescado, por ejemplo, no se suele introducir hasta los diez meses o el año.

En cuanto a la sal, la mayoría de los manuales/profesionales/literatura respecto a la alimentación complementaria recomienda cocinar las comidas para los bebés sin sal, así que difícilmente pueden obtener el aporte de yodo de la sal yodada que se utiliza para cocinar.

En los foros del Comité de Lactancia de la Asociación Española de Pediatría he encontrado una aportación muy ilustrativa sobre esta duda:

Re: requerimientos de yodo y cómo medirlos

Hola a todas, perdón por la tardanza, hemos tenido algún problema. Una madre que da el pecho puede dejar de tomar el suplemento de yodo cuando su hijo recibe suficiente yodo a través de la dieta.

Mirad estos datos a ver si os sirven de aclaración:

Las cantidades necesarias de yodo varían con la edad. En lactantes mayores de 6 meses, el yodo requerido es de 50 microgramos al día.

En niños y niñas las cantidades van de los 70 a los 120 microgramos, dependiendo de la edad, mientras que en los adolescentes y adultos, una cantidad de 150 microgramos de yodo al día es suficiente.

En el caso de las mujeres embarazadas, las necesidades aumentan hasta alcanzar los 175 microgramos, mientras que en las lactantes los requerimientos llegan a los 200 microgramos de yodo al día.

Un 1/4 de cucharada pequeña de sal de mesa yodada proporciona 95 microgramos de yodo.

Un saludo. Comité de LM de la AEP

Re: Duda, requerimientos de yodo y cómo medirlos

El caso es que todo esto no está claro porque no sabemos exactamente cuántos mililitros de tu leche toma tu hijo cada día, ni exactamente qué cantidad de yodo le pasas. Así que:

  • Si en la alimentación complementaria de tu bebé NO añades la suficiente sal yodada como para cubrir los microgramos que requiere por su edad, entonces toma tú el suplemento.
  • Si en la alimentación complementaria de tu bebé SÍ añades la suficiente sal yodada como para cubrir los microgramos que requiere por su edad, entonces no tomes tú el suplemento.
Un saludo. Comité de LM de la AEP

*Fuente: http://www.aeped.es/foros/dudas-sobre-lactancia-materna-padres/al-comite-yodo


Finalmente, os dejo un enlace a las recomendaciones del Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría en cuanto a la suplementación con yodo en la lactancia:

http://www.aeped.es/faq/lactancia-materna#48n167

http://www.aeped.es/faq/yodo-y-lactancia-materna

La web http://www.yodoembarazoylactancia.com/ también ofrece información interesante sobre el papel del yodo y las consecuencias de su carencia durante el embarazo y la lactancia. Se supone que está dirigida a profesionales médicos y tiene un tufillo más que notorio a web de la industria farmacéutica para que los profesionales de la sanidad receten suplementos de yodo de la marca X, pero es información extensa y con enlace a múltiples documentos que sin duda serán de utilidad para quien quiera profundizar más en el tema.

Por cierto, creo que el único suplemento en el mercado de exclusivamente yodo en las cantidades necesarias es Yoduk de 200.



Artículo extraído de Una maternidad diferente.
Publicado el 6 de julio de 2010.


---------------------------------------------------------------------------------------------

Sin embargo las conclusiones extraídas del documento Yodo y Salud Perinatal: Informe técnico y recomendaciones, editado por la Conselleria de Sanidad son las siguientes:

1. Los profesionales sanitarios deben fomentar el consumo nutricional adecuado de yodo por la población, como elemento esencial para la regulación y estimulación del metabolismo y la maduración del sistema nervioso central.

2. La consulta preconcepcional y el control del embarazo son dos momentos clave para potenciar la ingesta de las fuentes naturales de yodo, fundamentalmente lácteos y pescados(*), así como para fomentar la utilización de sal yodada.

3. La sal yodada es el método más eficaz para la suplementación de yodo, por lo que su consumo debe generalizarse hasta conseguir que al menos el 90% de la población valenciana la emplee. Aunque esta recomendación es aconsejable para toda la población general, es especialmente importante recomendar a todas las embarazadas desde la primera visita gestacional (o mejor desde la época preconcepcional) el consumo de sal yodada(**).

4. Los datos disponibles, sugieren que el consumo de sal yodada en la Comunidad Valenciana se sitúa entre el 50-90% de los hogares. De acuerdo con los criterios de la OMS, las áreas que presentan esta situación deben adoptar la estrategia de incentivar el consumo de sal yodada y, únicamente en el caso de que tras 2 años no se haya avanzado en estos porcentajes, se planteará la suplementación con yodo durante el embarazo.

5. El cálculo de las necesidades de suplementos de yodo en una embarazada debe individualizarse teniendo en cuenta su ingesta alimentaria y los suplementos de yodo que se aportan tanto de forma específica como los que se hallan contenidos dentro de los preparados multivitamínicos, para evitar que la suma de distintas fuentes constituya un exceso.

6. El exceso de suplementación con yodo puede inducir efectos adversos sobre la función tiroidea.

7. Los datos actuales de la Comunidad Valenciana son insuficientes para recomendar a todas las mujeres la suplementación farmacológica de yodo durante el embarazo.

8. Evitar el uso de antisépticos yodados en el período perinatal: antisepsia cutánea antes del parto para anestesia epidural, amniocentesis, biopsia corial, desinfección de la piel en caso de cesárea, curas de episiotomías, lavados vaginales, así como en la mujer lactante, para evitar la aparición de hipotiroidismo transitorio en el recién nacido.

9. Debe realizarse una vigilancia epidemiológica del estatus de yodo en la población de la Comunitat Valenciana, que permita conocer la situación en los grupos más vulnerables como son las mujeres en edad reproductiva y los niños. Ello servirá además para monitorizar y evaluar los efectos de la suplementación con yodo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario